Alta precisión y lenguaje adecuado

En economía es esencial tanto la precisión en los datos como el uso correcto del lenguaje. Cuando hablamos de las finanzas públicas nos referimos al dinero de todos. Los ciudadanos adultos nos tenemos que implicar en los ingresos públicos (impuestos) y tener información detallada de los gastos. La deuda pública no es un ente abstracto, es un montante monetario que hay que controlar, devolver y también se hereda. Todo lo anterior es lo normal en un estado de derecho.

A LA HORA DE ELEGIR

Al igual que quiero entender y planificar mis finanzas personales, o si soy accionista en una empresa conocer el balance y la cuenta de resultados, en las finanzas de todos quiero tener información con cierto grado de precisión. La demagogia y las generalidades no son buenas consejeras de las cuentas. Cuando llega el momento de elegir nuevos representantes públicos, no entiendo muy bien esa tendencia a gastar por gastar antes de las elecciones en cuestión. El dinero público no es del que lo administra, la propiedad es de todos los ciudadanos.

A continuación planteo algunas cuestiones relacionadas con la economía en común:

  • Energía: Nos hablan de que hay que cambiar las energías fósiles por energías renovables. Se quieren cerrar las centrales nucleares. ¿Tenemos claro que sólo el uso de las energías renovables puede cubrir la demanda de toda la población (por ejemplo el caso de España)? Por favor, menos cantos de sirena y más sentido común.
  • Despoblación de las zonas interiores rurales: La España interior necesita innovadores y emprendedores para desarrollar proyectos empresariales y de vida.
  • Empleo: Sobre este asunto oigo cantinelas en los últimos tiempos del tipo: «El empleo que se viene creando en los últimos años tiene un gran % de precariedad».  Nos encontramos inmensos en una revolución tecnológica de mucho calado que ha cambiado las formas del comercio. Esto unido al hecho de que las máquinas realizan tareas que antes hacían los humanos, suponen un cambio profundo en las formas de producir. La apuesta son generar empleos de alta cualificación. Y para esto, necesitamos industria y formación. Sin olvidarnos de la obviedad  de que para que haya empleo estable, lo primero es que las empresas vendan y tengan beneficios.

HABLAR CON PROPIEDAD

El lenguaje utilizado para comunicar  y transmitir mensajes también es muy importante cuando hablamos de economía. Cala el discurso a fuerza de repetirse, que habla de ricos y de pobres. No sé exactamente a que se refieren con ser rico o que grupos de personas están incluidas en ese término. Tampoco se suele aclarar la definición de pobre. ¿Se tienen en cuenta por ejemplo, las prestaciones de salud y educación que recibe una persona a la que llaman «pobre»? No es de recibo intentar situar de manera permanente a los «ricos» en un lado ( y si pagan más impuestos mejor) y a los «pobres» en el otro extremo.

Necesitamos que aumente lo que se denomina clase media y si es media alta mejor. Pagan impuestos y consumen productos y servicios con  frecuencia, ayudando a dinamizar la economía de una ciudad o país. Si conseguimos ampliar la banda de las personas con ingresos medios y medios altos, ayudamos a los extremos (los que apenas cuentan con ingresos para la supervivencia y los que poseen un patrimonio elevado e ingresos muy altos).  Con sentido común a la hora de establecer impuestos y evitando azuzar la rivalidad entre lo que denominan «pobres» y «ricos».

Comparte

Deja un comentario

INFORMACIÓN BÁSICA SOBRE PROTECCIÓN DE DATOS

De conformidad con las normativas de protección de datos, les facilitamos la siguiente información del tratamiento:
Responsable: DEL RIO POLO, VICENTE DAMIÁN
Fines del tratamiento: mantener una relación comercial y enviar comunicaciones de productos o servicios.
Derechos que le asisten: acceso, rectificación, portabilidad, supresión, limitación y oposición
Más información del tratamiento en la Política de privacidad

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.