Los empresarios tiene que competir para que el consumidor elija sus productos en el mercado. Nadie les garantiza que por el hecho de producir un bien, van a tener demanda. Lo mismo ocurre con las personas que aspiran a un empleo; tienen que superar normalmente un proceso de selección compitiendo con el resto de personas interesadas en el puesto.
¿Participar, ganar o saber competir?
En tiempos de tanto cambio en los que nos encontramos, con una revolución tecnológica de gran calado, hemos de intentar adelantarnos a los acontecimientos, esencia por otra parte de cualquier competición. Necesitamos que los jóvenes salgan de los centros de formación y universidades con conocimientos prácticos, desarrollo de habilidades y capacidad de emprendimiento y persuasión.