SI ESTÁS MUY ENDEUDADO
No puedes tomar decisiones de gasto alegremente, has de ser muy comedido.
Tienes que tener un plan para reducir la deuda a medio plazo y cumplirlo.
Las deudas, aunque estén a tipos de interés muy bajos, hay que pagarlas.
El sentido común nos indica que gastar más de lo que se ingresa de manera recurrente nos lleva a la ruina.
Nuestros acreedores merecen todo nuestro respeto, sin ellos no habríamos obtenido financiación.
Las deudas, mejor para realizar inversiones con posibilidad de generar riqueza que para gastos corrientes.
Coraje y valor para decir no con firmeza. A modo de ejemplo, una familia no puede seguir endeudándose para mantener un ritmo de vida por encima de sus posibilidades, una empresa no puede seguir sosteniendo con financiación un proyecto no viable, o un estado no puede aumentar en exceso su deuda, sin antes acometer una política de contención y reducción de gastos.
SI ADMINISTRAS PRESUPUESTOS
En un presupuesto familiar, los padres tienen que pensar en el futuro de sus hijos a la hora de decidir gastos, inversiones y deudas. La cuenta de resultados familiar (ingresos menos gastos) a final del año, si es positiva genera ahorro o incremento de deuda si es negativa.
Si el presupuesto es de una administración pública, no pienses que tienes un saco sin fondo. Cuesta mucho generar ingresos (el esfuerzo de empresas, inversores y trabajadores para obtener beneficios, rentas y salarios que generan impuestos). Actúa con prudencia a la hora del gasto y estimula la creación e instalación de empresas que generen empleo e impuestos (los ingresos públicos).
Coraje y valor para actuar con determinación y equilibrar presupuestos. Solidaridad con los que vienen detrás (las siguientes generaciones).