1. EN ECONOMÍA, VALORO, REFLEXIONO Y ACTÚO
2. ASUNTOS DE TODOS: EL EMPLEO, LA ENERGÍA, LAS PENSIONES Y EL AGUA
3. CAMBIOS EN LO ECONÓMICO Y EN LO SOCIAL. ME ADELANTO AL FUTURO
1. EN ECONOMÍA, VALORO, REFLEXIONO Y ACTÚO.
Cuando administramos bienes escasos, estamos hablando de economía. Si somos previsores e intentamos adelantarnos a los acontecimientos, hablamos de economía. Cuando tomamos decisiones buscando el equilibrio entre el mínimo coste y el máximo beneficio y bienestar, estamos en el mismo caso.
A continuación les propongo reflexionar acerca de una lista de cuestiones importantes, que afectan a nuestra vida cotidiana. Depende de nosotros, ciudadanos y administraciones públicas, encarar con determinación y sentido común, los retos relacionados con el bienestar y la estabilidad social de la población. Por esta razón me permito sugerir a las diversas administraciones de nuestro país, que establezcan un canal de comunicación permanente con la ciudadanía sobre los asuntos de mayor calado. La época de cambios acelerados en la que vivimos, nos requiere una actitud innovadora y de previsión.
2. ASUNTOS DE TODOS: EL EMPLEO, LA ENERGÍA, LAS PENSIONES Y EL AGUA.
La integración de generaciones en el mercado laboral debería ser una prioridad en las medidas que toman nuestros dirigentes. El potencial de nuestra juventud, la capacidad profesional de las generaciones intermedias (de 30 a 50 años), junto al caudal de experiencia, visión global y sentido común acumulado por los mayores de 50/55 años, formarían equipos sólidos con sinergias en tecnología, formación y experiencia.
Necesitamos escuchar a los expertos en energía cuando nos dan sus opiniones desde el punto de vista técnico y económico. ¿Cuáles son las opciones y las mejores posibilidades en la utilización de la energía nuclear y en las renovables? ¿Cuál es la proporción de los distintos tipos de energía en el conjunto del suministro total del país? Afrontando la cuestión con serenidad, sin demagogias, pensando en las futuras generaciones.
En España, nuestro sistema de pensiones públicas en las condiciones actuales, no parece sostenible a largo plazo. Pongámonos manos a la obra de verdad. Mejoremos la fiscalidad y la flexibilidad del ahorro privado a largo plazo. Aconsejemos a los agentes económicos la conveniencia de vincular un % de los salarios a productos que complementen en un futuro las prestaciones por jubilación. Cada vez nos encontramos con más jubilados con capacidad física y mental para seguir realizando actividades. Necesitamos fórmulas imaginativas y flexibles para poder encuadrar en el sistema a personas de 55/60/65 años en adelante.
El agua es el tema, el gran tema. Necesitamos que llueva más, pero también necesitamos información. Los ciudadanos tenemos que conocer datos sobre su utilización por los distintos sectores productivos, así como las medidas necesarias para incrementar la eficacia y el ahorro de su consumo. Si hablamos de economía, nos encontramos ante el gran bien escaso y absolutamente imprescindible.
3. CAMBIOS EN LO ECONÓMICO Y SOCIAL. ME ADELANTO AL FUTURO.
A modo de ejemplo, vamos a comparar el trayecto personal y profesional de una persona nacida en 1960 con una persona que nace en el año 2000. Lo más común es que la persona nacida en 1960 haya tenido una trayectoria más previsible: estudios u aprendizaje de oficio, desempeño profesional sin muchos cambios, jubilación. Sin embargo, la persona nacida en el año 2000 posiblemente tenga un recorrido menos predeterminado: estudios y formación profesional, aprendizaje de idiomas, diversas experiencias de trabajos, mayor reciclaje formativo, jubilación más activa. Las situaciones cambiantes y menos previsibles requieren mayor predisposición para poder abordar nuevos retos. Me gustaría compartir con los lectores algunas propuestas y reflexiones, que detallo a continuación.
Aconsejo a los jóvenes que vayan creando una marca personal definida. Sus estudios, formación profesional y aprendizaje de idiomas, las habilidades y aptitudes en las que destaquen, junto con las experiencias de trabajo por muy pequeñas que sean, forman su carta de presentación. Tienen que estar en el mercado, olfatear que tipos de puestos demandan las empresas, saber venderse, ser flexibles y buscar la especialización.
A las personas que se encuentran en la edad intermedia (de 30 a 50/55 años) me gustaría persuadirles de que tengan una estrategia financiera definida de cara a su edad de retiro. Que en la medida de lo posible, se hagan una idea de cual sería su pensión pública. Aconsejo partir de la base de que en cualquier situación, la pensión será más baja de lo esperado. Teniendo en cuenta lo anterior, plantearse la forma de obtener rentas de ahorro o inversión privada para complementar ingresos.
Finalizo con un llamamiento a esas personas de 55/60 años en adelante que no están en activo. Muchas de ellas tienen capacidad y habilidades contrastadas en el plano profesional. Tomen la iniciativa, con la actual esperanza de vida, la sociedad no debería desaprovechar el bagaje acumulado. Necesitamos que nuestros dirigentes y las grandes empresas tengan imaginación y les ofrezcan opciones para aportar su grano de arena.