MICRORRELATO
La Señora Lealtad te acoge y escucha. Le brillan los ojos en los juegos eróticos. Rechaza el chantaje de egoísmos que agotan. Asume su condición humana, no juega a ser diosa. Sella las grietas que Doña Fidelidad maquilla: las tentaciones de pensamiento, roce, mirada o gesto. Se entrega sin límite; es o no es, no esconde sus cartas. Con aplomo y coraje, marca territorio a esa equidistancia falta de agallas. Sale a la calle con la conciencia tranquila, la cara lavada y la cabeza alta.
Toledo, junio de 2023
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Me ha encantado👏🏼👏🏼
Genial siempre.
Muchas gracias amiga, creo que la lealtad no está lo suficientemente valorada.