La planificación de nuestras finanzas

Es un buen momento el inicio del año para valorar nuestras finanzas y analizar la estrategia que seguimos en cuanto a productos, activos y deudas. Establecer proyecciones y comparaciones con el balance de cierre (activos menos deudas) de años anteriores.

Algunas consideraciones a tener en cuenta:

¿Con qué porcentajes de los diversos activos (renta fija, renta variable, inmuebles, dinero y otros) me encuentro cómodo? ¿Consigo ahorrar en un ejercicio? ¿Cuál es mi situación laboral? ¿Controlo mis deudas?

¿Qué conocimientos básicos tengo de productos o de matemática financiera? ¿Y de los riesgos asociados a los diversos tipos de activos? ¿Cómo me manejo en entornos financieros de tipos bajos o de repunte de la inflación?

 

Las personas, el dinero y los activos

LAS PERSONAS

A la hora de valorar el riesgo a asumir en el mundo del ahorro y la inversión, se etiqueta a las personas con un perfil conservador, moderado o agresivo. Esta asignación es un punto de partida en la relación inicial, tanto para el asesor o vendedor como para el inversor. No deja de ser una referencia a priori, ya que al final cada persona es un mundo. Los miedos y emociones, la formación financiera, las preferencias, la influencia de las modas, o el horizonte temporal de cada cual, acaban condicionando los planteamientos de ahorro e inversión. Como premisa básica, todo lo anterior  está supeditado a las realidad económica personal: el conjunto de flujos monetarios (ingresos menos pagos) y el patrimonio neto (los activos menos las deudas).

Seguir leyendo

La entrevista con el gestor financiero

Tener los objetivos claros en función de la etapa de mi vida en la que me encuentro. Saber transmitirlo y afrontar con capacidad de decisión la distribución de los diferentes activos reales y financieros. Cuando estamos con un gestor, aparte de escuchar es fundamental que nuestras inquietudes y planteamientos sean valorados.

¿Qué preguntas importantes tengo que hacer? Conocer los productos que comercializan, sus comisiones y las rentabilidad histórica que acreditan. Las tendencias en el mundo de la inversión. Los sectores que generarán demanda por parte de los consumidores.

¿Qué conclusiones saca? Evalúe los conocimientos y la disposición de la persona con la que se está entrevistando. Recuerde que usted no tiene la culpa de que los intereses estén tan bajos, y exija eficacia, claridad y cercanía en la gestión.