Educar para competir

La situación más probable a la que se enfrentará un niño o una niña en la vida adulta es la de tener que administrar recursos en muchas ocasiones escasos. Es más sensato comprender cuanto antes las realidades económicas que encontrarán en el día a día. Competir por un empleo o intentar vender un bien o servicio son algunas de ellas. Educarles para competir es una herramienta básica en su proceso de crecimiento. De igual forma considero importante hacerles ver que mantener la serenidad en el éxito y en el fracaso, es una condición necesaria para una vida equilibrada. No me gustaría olvidarme de los ingredientes de una buena carta de presentación en cualquier tipo de relación (también en las económicas): las buenas maneras y el respeto hacia la otra persona.

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