BAGAJE EN LA MOCHILA
Quienes se hallan en el entorno de los cincuenta o sesenta años, han dejado atrás el suficiente trecho para constatar en carne propia, que la vida en ocasiones nos empuja a asomarnos al abismo. En las vicisitudes que se acumulan en cinco o seis décadas, las posibilidades de sufrir algún zarpazo que nos tambalee, no son escasas. A estas cimas, si llegas con buen pie, lo normal es que hayas contado con corazas resistentes: capacidad de lucha para levantarse aunque se vuelva a caer, una dosis apropiada de fortuna, principios sólidos a los que aferrarse, o apoyos que nunca fallen. Las personas que contemplan el horizonte desde esos puntos, o están curtidas, o han hecho callo. Una carta de presentación con fundamentos, si optan a un proceso de selección en una empresa. Siempre y cuando, los departamentos de recursos humanos no filtren por fecha de nacimiento.