Cavilaciones de un economista cincuentón II

EQUILIBRIO Y VALOR

  • La relación entre la «señora Oferta» y la «señora Demanda» ha de asemejarse a la de un matrimonio bien avenido, en la que ambos cónyuges tiran del carro. El valor que se aporta en cualquier relación profesional o comercial -como en casi todo en la vida-  si no circula en una vía doble sentido, mal asunto.
  • El equilibrio entre oferta y demanda resulta crucial si hablamos de los bienes necesarios que constituyen nuestra primera línea de gasto. A mí los desajustes en precios en el mercado de yates o de relojes de lujo por poner un ejemplo, me dejan igual, no me inmutan lo más mínimo. Sin embargo si hablamos de los precios de la comida, combustible o energía, mis cuentas empiezan a sufrir y la cosa cambia.
  • En el mercado laboral, conseguir la sintonía entre los conocimientos, habilidades o actitudes de las personas que buscan empleo y los perfiles demandados por un lado; o el principio de que los salarios y tiempos de trabajo acordados, no menosprecien la dignidad del factor humano por otro, es básico.

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Banca y valor, lo urgente y lo importante

El ritmo de vida acelerado y con prisas hace que en muchas ocasiones dejemos a un lado o pospongamos asuntos importantes. Me refiero a cuestiones tales como la búsqueda y creación de  innovaciones que aporten valor a las personas o a seguir líneas de investigación pioneras y novedosas. Tengo la sensación de que lo urgente lo abarca todo y condiciona nuestro tiempo disponible. Las personas, las empresas y  las administraciones vivimos en una permanente actitud defensiva, buscando soluciones a los problemas que nos desbordan en el día a día.

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Crear valor, tener respeto e implicarse

En España se empezó a hablar mucho de educación financiera de la población, a raíz de la Gran Recesión de 2008. El afán por mejorar los conocimientos en finanzas nace con vocación defensiva. El daño ya estaba hecho: nos encontrábamos ante un  mercado inmobiliario desbordado por los excesos en los préstamos, o ante personas que habían contratado productos financieros que en algunos casos no eran adecuados a su perfil o conveniencia. Todo parece indicar que en esas ocasiones, primó la venta rápida sobre la información detallada y pedagógica. En mi opinión un planteamiento exclusivamente defensivo, o centrarse únicamente en la mejora de conocimientos técnicos se queda corto. Apuesto por un enfoque en el que se tengan en cuenta la creación de valor, el respeto a los seres humanos y la voluntad de implicarse en los asuntos más acuciantes que afectan al conjunto de la sociedad. 

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