El ritmo de vida acelerado y con prisas hace que en muchas ocasiones dejemos a un lado o pospongamos asuntos importantes. Me refiero a cuestiones tales como la búsqueda y creación de innovaciones que aporten valor a las personas o a seguir líneas de investigación pioneras y novedosas. Tengo la sensación de que lo urgente lo abarca todo y condiciona nuestro tiempo disponible. Las personas, las empresas y las administraciones vivimos en una permanente actitud defensiva, buscando soluciones a los problemas que nos desbordan en el día a día.