En una estrategia de ahorro e inversión, diversificar es una condición necesaria pero no suficiente. Hay dos cuestiones a las que conviene prestar atención:
- Una buena selección de activos y productos.
- Una hoja de ruta personal bien definida y meditada.
La duración y la solvencia o calidad del emisor si hablamos de renta fija. El estilo de gestión, la apuesta por el valor o el crecimiento, o las zonas geográficas si nos referimos a la renta variable. La localización, regulación o las opciones de comercialización si estoy pensando en invertir en inmuebles.
Cada persona es un mundo. Nos guían las emociones, nuestros razonamientos y posibilidades. Asesórese, lea, investigue y decida lo que crea mejor para usted.
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