1. ANÁLISIS DE LA INVERSIÓN O GASTO EXTRAORDINARIO A REALIZAR
2. COMPRA DE LA VIVIENDA Y DEL AUTOMÓVIL
3. CAPACIDAD DE ENDEUDAMIENTO
4. EL TIPO DE INTERÉS Y LOS PLAZOS
1. ANÁLISIS DE LA INVERSIÓN O GASTO EXTRAORDINARIO A REALIZAR
¿Es necesaria la compra o inversión en la que estoy pensando? ¿Mejora la calidad de vida de mi familia? ¿Aporta valor a nuestro patrimonio? Son preguntas que nos invitan a realizar una reflexión serena y realista, antes de afrontar una inversión o un gasto de cierta envergadura. Después de este análisis, llega el momento de hacer cuentas.
¿Cómo voy a financiar la compra o inversión?
– Si disponemos de fondos propios y no necesitamos solicitar financiación, nos encontramos ante la mejor opción posible. No nos endeudamos y aplicamos nuestro esfuerzo de ahorro a una necesidad concreta. Es muy probable que en este caso, tengamos capacidad negociadora con el tipo de interés y otras características de la operación.
-Una parte de la inversión con financiación ajena. En este caso considero importante que los fondos propios -el dinero que ponemos nosotros- sean de un mínimo del 30% del total. El ahorro generado, normalmente de forma periódica, denota buenos hábitos en las finanzas y capacidad de amortización de deudas. El banco o la entidad que nos financia, suele valorar positivamente nuestro esfuerzo ahorrador.
-Financiación ajena para el importe total de la inversión. No es aconsejable en la mayoría de los casos. Nos encontraríamos en una posición débil en cuanto a la capacidad de amortizar deuda e incluso en la negociación del tipo de interés. Las entidades financieras, si actúan de una manera coherente, no prestan el 100% de la inversión a un cliente.
2. COMPRA DE UNA VIVIENDA Y DE UN AUTOMÓVIL
Vamos a analizar dos de los casos más comunes que se nos pueden presentar a lo largo de una vida:
-Compra de la vivienda habitual. A modo orientativo, considero que la financiación ajena para acometer la inversión no debe exceder la cantidad de multiplicar x 4 el salario neto anual de la unidad familiar. Con una aportación de fondos propios de un 30% mínimo del total de la inversión. Si ganamos 30.000 euros anuales, la cantidad a solicitar de préstamo máxima es de 120.000 euros. El resto, hasta completar el total más gastos, con nuestro dinero.
-Adquisición de un automóvil. En este caso la cantidad a financiar máxima orientativa es la mitad de los ingresos netos anuales de la unidad familiar. Sigo aconsejando un 30% de fondos propios mínimo en la operación de compra. En el caso de que las ganancias netas anuales sean 30.000 euros, la financiación ajena máxima serían 15.000 euros.
3. CAPACIDAD DE ENDEUDAMIENTO
Como primer paso a realizar, aconsejo una valoración y estimación lo más realista posible, de nuestros ingresos netos. Calculamos la suma de rendimientos de trabajo, del capital mobiliario (intereses, dividendos …) , del capital inmobiliario (alquileres de pisos, locales ) y rendimientos de actividades económicas.
Otros factores a tener en cuenta, tanto por nosotros como por quien nos presta, son la estabilidad de los ingresos actuales, la posibilidad de obtener ingresos extras en un futuro próximo y la previsión de que puedan aparecer gastos con los que no contamos, que distorsionan la planificación de nuestras finanzas.
Una vez analizado lo anterior, aparece un concepto clave en toda financiación, el límite de endeudamiento. Es el porcentaje máximo sobre el total de ingresos netos que podemos dedicar a amortizar nuestra deuda total más los intereses de la misma. Cómo orientación, el porcentaje total de nuestros ingresos dedicados a la deuda no debería sobrepasar el 30/40% del total en un periodo anual. Vamos a centrarnos en dos ejemplos prácticos:
-Préstamo de 120.000 euros al 3% anual durante 20 años. La finalidad es la compra de una vivienda. Utilizamos para la amortización el canon francés, manteniendo tipo de interés y término amortizativo (capital amortizado más intereses) constante. La cantidad a pagar mensualmente son 633 euros. Para una persona con rendimientos anuales de 30.000 euros netos, las doce cuotas anuales suponen un 26,52% de sus ingresos.
-Préstamo de 15.000 euros al 7% anual durante 5 años. La finalidad es la compra de un automóvil. La cantidad constante a pagar mensualmente son 295,50 euros al mes. Para una persona con 30.000 euros netos de ingresos, las cuota anual supone un 11,82% de sus ingresos.
Una familia con las dos préstamos, dedicaría a amortizar deuda y pago de intereses un 38,33% de sus ingresos netos.
4. EL TIPO DE INTERÉS Y LOS PLAZOS
Cuando pedimos un préstamo, dos factores importantes a considerar son el precio o tipo de interés y el plazo. Sin olvidar la comisión de apertura y las contraprestaciones que nos soliciten para realizar la operación. Por ejemplo, domiciliación de ingresos y operaciones de seguro.
El plazo. En el ejemplo del apartado anterior, una persona que obtiene un préstamo de 120.000 euros y paga al mes 663 euros, al final de los 20 años habría pagado 159.120 euros de capital más intereses. La misma operación, a 30 años de plazo, supondría una cantidad al mes de 503,31 euros; habiendo pagado al final de los 30 años 181.191 euros de capital e intereses. Considero que en la medida de lo posible, no debemos superar los 20 años en la amortización de un préstamo para la compra de una vivienda. Alargar el plazo supone un aumento de intereses a pagar.
El tipo de interés. Es aconsejable negociarlo ofreciendo compensaciones como domiciliación de nómina y otras operaciones de vinculación. En los ejemplos prácticos que hemos realizado, los tipos de interés son fijos para toda la vida del préstamo, con el objetivo de mostrar de una manera sencilla la capacidad de endeudamiento. En las operaciones a largo plazo, por ejemplo en las compras de vivienda financiadas con un préstamo hipotecario, se utiliza tanto el tipo de interés fijo como el variable referenciado a un índice (caso del Euribor)
Es aconsejable conocer la capacidad de endeudamiento, así como el efecto de los tipos de interés y de los plazos en las operaciones de préstamo.